Entrevista de trabajo de la A a la Z: Cómo conseguir un nuevo trabajo con encanto

Una entrevista de trabajo se parece mucho a una cita.

Sabes que habrá preguntas, te cambias de ropa cuatro veces antes de encontrar la combinación adecuada, quieres causar una gran primera impresión. Hay una mezcla de euforia, ansiedad y mil "y si...".

Te encuentras con un desconocido. Y funciona mejor cuando hay una conversación natural y mutua, en lugar de una sesión rápida de preguntas y respuestas en la que apenas tenéis tiempo de reconoceros como personas.

Y luego, esperas tres días a que te llamen. A veces lo hacen y a veces no. Si no, pasas al siguiente.

Hoy en día, algunas empresas incluso utilizan la automatización de llamadas mediante IA para programar las entrevistas más rápidamente, pero no te preocupes, tu toque humano sigue siendo importante.

Parece sencillo, ¿verdad? Pero hay una diferencia clave entre ambas.

Aunque no tienes que prepararte para una cita, sí que debes prepararte para una entrevista de trabajo.

En esta guía encontrarás toda la información que necesitas para dar en el clavo.

¿Cómo conseguir una entrevista de trabajo?

Antes de entrar en el arte de conseguir una entrevista de trabajo, tienes que conseguirla. ¿Cómo?

1. Crea un currículum que destaque

Esto puede parecer bastante obvio, pero te sorprendería saber cuánta gente sigue subestimando el poder de un currículum bien redactado.

He aquí un ejemplo. Hace algún tiempo, estábamos contratando personal para un puesto de atención al cliente. Y casi la mitad de los candidatos tenían currículos muy flojos, tanto en diseño como en contenido. Incluso recibimos un currículum escrito en Microsoft Word, sin utilizar ninguna plantilla. En 2021, cuando puedes crear un currículum asesino incluso a través de un teléfono móvil. Sí...

Como probablemente puedas adivinar, los candidatos que no dedicaron unos minutos extra de su día a hacer esto no pasaron a la segunda ronda.

En otras palabras, deberías dedicar algo de tiempo a crear un currículum bien diseñado. Lo más fácil es utilizar un creador de currículos. Luego elige el formato adecuado, escríbelo como te gustaría que lo leyeran, adáptalo a puestos específicos y no olvides hacerlo apto para ATS (si piensas presentar tu candidatura a través de portales de empleo).

2. Utiliza tus contactos

Estadísticamente hablando, más del treinta por ciento de las nuevas contrataciones proceden de referencias de empleados, según el estudio Fuentes de Contratación 2017 de SilkRoad. No es ningún secreto que los reclutadores dan prioridad a las referencias sobre los CV clásicos y las candidaturas estándar.

En primer lugar, tienes que determinar a qué empresas te gustaría incorporarte. Después, tienes que identificar posibles conexiones dentro de ellas.

Si conoces a alguien que trabaje en la empresa a la que quieres presentarte, pregúntale si puede hablar bien de ti.

Si no conoces a nadie personalmente, puedes intentar establecer contactos con personas que trabajen para esa organización a través de LinkedIn. Por ejemplo, si te dedicas al marketing, conéctate con personas de su departamento de marketing. Pero es importante que primero hagas un poco de networking y luego pidas una recomendación.

Como nota al margen, no dudes en conseguir una entrevista por recomendación. No se trata de ventajas desleales. Hoy en día, la mayoría de las empresas ofrecen bonificaciones por recomendación de empleados. Algunas incluso simplifican el proceso con un código QR que los empleados pueden compartir. Así que es una situación en la que tanto tú como la persona que te ha recomendado salís ganando.

3. Pasa a la acción

¿Has pasado horas intentando encontrar un contacto dentro de la empresa a la que te diriges, pero no has tenido suerte?

Toma la iniciativa y presenta tu candidatura directamente. Simplemente investiga las empresas en las que quieres trabajar y ponte en contacto con ellas.

Lo ideal es que busques la información de contacto de un reclutador o director de contratación y le envíes un correo electrónico o un mensaje en LinkedIn en forma de carta abierta.

Hazles saber que estás interesado en colaborar y presenta tus habilidades y experiencia de forma que les resulte difícil pasar por alto tu solicitud.

Como alternativa, puedes presentar tu solicitud a través de la página de empleo de la empresa o de una bolsa de trabajo (pero éste es un enfoque mucho menos eficaz).

4. Haz un seguimiento de cada solicitud de empleo

¿Aún no has recibido respuesta? No tiene por qué significar que no seas el candidato adecuado. Puede que simplemente estén ocupados, o que todavía estén entrevistando a otros candidatos. Aun así, significa que es hora de ser un poco proactivo.

Si has compartido tu currículum directamente con un reclutador o directivo, puedes hacer un seguimiento por correo electrónico al cabo de cuatro o cinco días laborables. Demuestra que estás realmente interesado en el puesto y en la empresa.

Recuerda ser siempre educado y respetuoso, nunca insistente. Todo lo que tienes que hacer es enviar una nota rápida recordando a la persona que presentaste tu candidatura hace unos días y preguntarle si ha recibido tu currículum o si el puesto sigue vacante.

Si has enviado varias solicitudes de empleo, recuerda hacer un seguimiento de tus progresos y resultados. Facilitará mucho la planificación y el seguimiento.

5. Hazte notar en Internet

En otro orden de cosas, consigue entrevistas sin ni siquiera solicitar un empleo.

No puedes ir exactamente de una empresa a otra con una hoja de papel llena de ideas, sugerencias y cualificaciones, y esperar que alguien le preste atención. El espacio online es diferente. Allí tienes muchas más posibilidades de que alguien se fije en ti.

Crea un blog o un sitio web donde puedas publicar algunos escritos que demuestren tus ideas. O simplemente utiliza LinkedIn para presentarte como experto en la materia.

Nunca se sabe cuándo alguien se fija en ti y puedes recibir interesantes ofertas de trabajo de los responsables de contratación, aunque no estés buscando trabajo activamente. Yo recibo unas cuantas cada semana y tú también puedes.

Antes de la entrevista: ¿cómo prepararse?

Vale, has dado los primeros pasos y te han invitado a una entrevista de trabajo. ¡Enhorabuena! ¿Y ahora qué?

Investiga un poco. Si vienes preparado, te sentirás mucho más seguro. Por supuesto, eso no significa que debas ensayar cada cosa. Simplemente invierte algo de tiempo en investigar y verás la diferencia.

¿Por dónde empezar? Estas son ocho cosas que sin duda debes saber antes de tu entrevista de trabajo.

1. Saber más sobre la empresa que los demás

Como mínimo, deberías familiarizarte con la historia de la empresa, su tipo y estructura empresarial y sus competidores directos. Pero eso es sólo el mínimo absoluto. Siempre debes intentar profundizar y encontrar toda la información que puedas.

Al fin y al cabo, lo que quieres es entender a la empresa y demostrar que tu personalidad encaja con su cultura empresarial.

Si la empresa está desarrollando un determinado producto, intenta utilizarlo, expresa tu interés por él y explica qué lo diferencia de la competencia.

Si la empresa es activa en las redes sociales, investiga sus sitios, lee un par de sus entradas de blog más recientes y averigua qué dicen otras personas sobre ella. Siempre es bueno saber un poco más que los demás: busca datos curiosos o historias de la empresa.

Esto también te ayudará durante la sesión de preguntas y respuestas. Podrías preguntar al director de contratación sobre un hecho que hayas investigado o sobre un nuevo proyecto en el que esté trabajando la empresa, etc. Además, si entiendes la empresa, tus respuestas sonarán más competentes.

Hay varios sitios web útiles para esto: Quora, Glassdoor y LinkedIn.

2. Investiga a fondo el puesto de trabajo

Conocer detalles sobre el puesto de trabajo también te ayudará a responder mejor a las preguntas del director de recursos humanos en la entrevista de trabajo.

Investiga a fondo las competencias y funciones de la persona que trabaja en el puesto al que optas. Adecua tus habilidades y conocimientos al puesto y adapta tus respuestas para que parezcas perfectamente apto para el trabajo.

Investigando, también descubrirás si eres la persona adecuada para el puesto. Debes conocer la mayoría de las tareas que requiere el puesto.

Basándote en los requisitos, puedes ensayar tus respuestas y explicar cómo puedes utilizar tus conocimientos y habilidades en el puesto.

3. Conócete a ti mismo, ¡conoce tu currículum!

Pregúntate lo siguiente: ¿Cómo vas a convencer a un responsable de contratación sobre tus capacidades si no estás seguro al 100% de lo que puedes y no puedes hacer?

Repasa tu currículum una vez más teniendo en cuenta que los jefes de contratación no te conocen, sólo tienen tu currículum para trabajar. Tu currículum les ha dado una vaga idea sobre. Ahora tienes que estar a la altura de sus expectativas.

Para parecer más convincente, debes crear una identidad profesional y ceñirte a ella.

En otras palabras, prepárate para hablar de tu historial laboral y de tus habilidades más relevantes para el puesto al que aspiras. Prepara ejemplos concretos para demostrar tus habilidades.

4. Prepara respuestas a las preguntas más habituales

Sin duda, cada entrevista es única. No puedes predecir exactamente lo que va a ocurrir o lo que te van a preguntar. Pero hay varias preguntas que aparecen en la mayoría de las entrevistas de trabajo. Puedes prepararte para ellas.

Intenta ser específico en tus respuestas. Pon siempre ejemplos que pongan de relieve tus habilidades. Lo ideal es que hagas hincapié en las habilidades que se necesitan para el puesto al que optas.

Estas son las diez preguntas más habituales en las entrevistas de trabajo y cómo responderlas:

1. ¿Qué te convierte en la mejor persona para este puesto?

Dile al director de recursos humanos qué te diferencia del resto de candidatos. Ve más allá de la descripción del puesto y di cómo tus capacidades superan los requisitos estándar, da también un par de sugerencias sobre cómo mejorarías el puesto de trabajo.

2. ¿Por qué deberíamos contratarte?

Ten especial cuidado cuando te prepares para responder: "¿Por qué deberíamos contratarte?". Hay un truco: anticipa los objetivos futuros de la empresa y alude a ellos. Piensa en el valor que aportarías a la empresa o al equipo.

3. ¿Puedes hablarme un poco más de ti?

No repitas lo que aparece en tu currículum. Limítate a señalar algunos de tus mayores logros y puntos fuertes.

4. ¿Cómo te enteraste del puesto?

Esta es fácil. No hagas que suene como si lo hubieras encontrado al azar y lo hubieras solicitado. En lugar de eso, destaca lo que te hizo interesarte por el puesto y por la propia empresa.

5. ¿Qué sabes de la empresa?

Aquí viene de nuevo el punto número uno. Infórmate todo lo posible sobre la empresa, di un par de palabras elogiosas sobre sus últimos éxitos y di por qué quieres trabajar para ellos y no para otro. No te limites a recitar toda la sección "Acerca de" del sitio web de la empresa.

6. ¿Cuáles son tus puntos fuertes profesionales?

Elige dos o tres de tus puntos fuertes más dominantes y explícalos. Pero sé específico. No utilices frases tópicas como "Tengo excelentes dotes de comunicación". Da ejemplos concretos de situaciones en las que hayas demostrado esos puntos fuertes.

7. ¿Cuáles son tus puntos débiles?

Aquí no es donde presumes de las cosas en las que no eres bueno. La magia consiste en hacer que tus fracasos suenen como algo positivo. Lo ideal es que elijas un ejemplo de debilidad que ya hayas transformado en fortaleza.

He aquí un ejemplo: "Suelo tener problemas con la procrastinación, pero tomé clases sobre gestión del tiempo y aprendí a organizar mejor mi jornada laboral". Un par de otras debilidades que puedes convertir en una ventaja son la incapacidad para decir "no", la dificultad para pedir ayuda, el miedo a hablar en público o la dificultad para mantener el equilibrio entre la vida laboral y personal.

8. ¿Cuál consideras que es tu mayor logro profesional?

Nombra un logro que esté relacionado con el trabajo de un modo u otro. Si aún no tienes mucha experiencia a tus espaldas, incluso hablar de logros menores es mejor que decir que no has tenido ninguno.

Si no tienes experiencia, piensa en una situación de la escuela en la que hayas demostrado una determinada habilidad y hayas tenido éxito.

9. ¿Por qué dejas tu trabajo actual? ¿Por qué te despidieron?

La mejor respuesta es sonreír y decir algo como "Tuvieron que despedirme por algunos problemas internos. Ahora estoy listo para afrontar una nueva oportunidad". También puedes recalcar que aprendiste mucho en tu anterior trabajo y que puedes utilizar esas habilidades en tu nuevo empleo.

Nunca, nunca hables mal de tus anteriores jefes. Es casi seguro que te hará parecer antipático, incluso tóxico.

10. ¿Por qué hay un vacío en tu historial laboral?

Si tienes un motivo relevante, sé sincero y dilo. Si no, siempre es mejor decir que estabas en paro por elección propia, no porque nadie quisiera contratarte. Las mejores excusas para un vacío profesional son los viajes, el voluntariado, los blogs o el autoaprendizaje.

11. ¿Dónde te ves dentro de 5 años?

Algo relativamente general como "Me veo en una posición en la que he ascendido en la escala profesional, me siento realizado y estoy haciendo una contribución significativa a la empresa" suele ser suficiente.

Pero si quieres asegurarte de que has preparado una buena respuesta para todo tipo de situaciones de entrevista diferentes o específicamente para tu puesto, consulta nuestra guía Las mejores respuestas: ¿Dónde te ves dentro de 5 años?

Y si quieres llevar tu preparación a otro nivel, aquí tienes nuestra extensa lista de las más de 100 preguntas más habituales en las entrevistas de trabajo. O esta breve guía en vídeo sobre cómo responderlas:

5. Prepárate también para hacer preguntas

Al final de cada entrevista, es casi seguro que oirás: "¿Tiene alguna pregunta para nosotros?". Y no es el tipo de pregunta a la que puedas responder con un "No" o "Creo que ya ha respondido a todo lo que quería preguntar".

De hecho, es uno de los momentos decisivos de toda entrevista. ¿Por qué?

Puedes demostrar que te interesa el trabajo y que sientes curiosidad por él.
Tus preguntas son otro factor determinante de si eres el candidato adecuado para el puesto o no. Los contratadores pueden deducir mucho sobre ti a partir de las preguntas que haces.
Las respuestas del responsable de contratación pueden ayudarte a decidir si ése es el trabajo que realmente quieres.

⠀ Por supuesto, no puedes prever cómo va a transcurrir la entrevista y es posible que te vengan nuevas preguntas a la cabeza durante la misma.

Pero tener preparadas de antemano un par de preguntas para la entrevista de trabajo puede salvarte en caso de que no se te ocurra nada. Estas son las cinco mejores preguntas para hacer al jefe de contratación:

1. ¿Qué es lo que más te gusta de trabajar aquí?

Esta es una gran pregunta para distender la conversación. Es una forma perfecta de relacionarte con el director de recursos humanos a nivel personal, a la vez que le animas a revelar algunas de sus ideas personales sobre la empresa.

Normalmente, el jefe de contratación empezará hablando de las ventajas que ofrece la empresa, describiendo al equipo o contándote su crecimiento profesional. Es una forma estupenda de que aprendas algo más sobre el funcionamiento de la empresa.

Normalmente, es bastante obvio si su respuesta es sincera y espontánea o sólo una reacción ensayada que ha repetido por enésima vez.

2. ¿Ofrecéis algún tipo de formación profesional adicional o formación continua?

Mostrar interés por aprender cosas nuevas y crecer con la empresa es siempre una buena idea.

Al hacer esta pregunta transmites un mensaje muy importante al posible empleador: demuestras que eres ambicioso y te preocupas por tu crecimiento constante.

3. ¿Puedes decirme algo sobre el equipo del que formaré parte (si me contratan)?

En función de cómo vaya la entrevista, puedes omitir la parte de "si me contratan".

De un modo u otro, después de que el reclutador empiece a responder a la pregunta, escucha atentamente porque el equipo con el que trabajarías es una de las cosas más importantes del trabajo.

4. ¿Cuál será el mayor reto para mí si me contratan para este puesto?

Al hacer esta pregunta, matas dos pájaros de un tiro. Por un lado, demuestras que ya estás pensando en trabajar con el equipo y, por otro, haces que el director de contratación piense en ti como miembro de dicho equipo.

Hacer esta pregunta también te da una mejor perspectiva del trabajo y te permite averiguar a qué tipo de problemas podrías enfrentarte una vez contratado. Presta especial atención a tu comunicación no verbal: no dejes que el director de recursos humanos sepa que te asustan fácilmente los posibles retos.

5. ¿Cree que me falta alguna habilidad necesaria para este puesto?

Es una pregunta muy directa, pero no debes temerla. Al hacer esta pregunta haces saber al empleador que te sientes cómodo siendo criticado y que no tienes demasiada confianza en ti mismo.

Además, creas un espacio para que les hagas saber que quieres aprender y mejorar. Cuando empiecen a responder a tu pregunta, escucha con mucha atención y, si detectas algún indicio de que no están seguros de tus capacidades, no tengas miedo de hablar y defenderte.

6. Practica tu lenguaje corporal

Lo creas o no, el lenguaje corporal desempeña un papel crucial durante la entrevista.

Intenta parecer lo más tranquilo posible. El lenguaje corporal de una persona tranquila es totalmente distinto del de una persona nerviosa.

Hay muchas fuentes en Internet sobre el lenguaje corporal que pueden ayudarte. Para empezar, echa un vistazo a este impresionante ~vídeo~ y a uno de nuestros artículos.

Utiliza gestos abiertos, deja descansar los brazos con calma, no hagas gestos sobreexpuestos, no dejes que se note tu nerviosismo. Puedes practicar esto delante de un espejo o con otra persona, que es aún mejor.

Pide a un familiar o a un amigo que haga de entrevistador. Intenta responder a sus preguntas del mismo modo que lo harías tú en el banquillo.

7. Conoce la terminología

Debes estar preparado para utilizar la jerga del sector en el que quieres trabajar. Utilizar la terminología adecuada te hará parecer más competente e inteligente. Sé específico y habla con claridad.

No causa buena impresión que digas tonterías sobre nada sólo para decir algo. No utilices con demasiada frecuencia frases de ayuda como, ya sabes, quiero decir.

El reclutador no quiere que parlotees como si estuvieras hablando con una cerveza. Si quieres ser mejor que el resto de los candidatos, debes parecer más profesional que ellos. Refresca tu vocabulario y familiarízate con la jerga profesional.

8. Entrevista en vídeo

Prepararse para una entrevista de trabajo por vídeo es muy parecido a prepararse para cualquier otra entrevista.

Por otra parte, tendrás que tener en cuenta otras cosas, como tener buen aspecto ante la cámara, la configuración técnica, la iluminación, los auriculares, etc. Esta guía puede ayudarte a causar una gran primera impresión en tu entrevista de vídeo.

El día de la entrevista: ¿cómo dar en el clavo?

Has hecho los deberes, estás totalmente preparado y ha llegado tu día D. ¿Cómo empezar con fuerza y causar una impresión duradera?

1. Vístete para triunfar

El responsable de contratación normalmente te informará del código de vestimenta de la empresa cuando te invite a una entrevista. Si no lo han hecho, no dudes en preguntarles. No tienen ningún motivo para ocultártelo.

Alternativamente, puedes vestirte según el sector de la empresa. Para las entrevistas formales de empresa suele ser un atuendo profesional de negocios, para las entrevistas menos formales de empresa es un atuendo informal de negocios. Si te entrevistan en una startup, puedes optar por un atuendo más informal.

Si no estás seguro de cómo vestirte para cada una de ellas, puedes consultar nuestra guía detallada de moda para entrevistas de trabajo (incluye ejemplos de conjuntos).

Recuerda sobre todo la regla de oro: es mejor ir a la entrevista ligeramente demasiado arreglado que poco arreglado. Además, asegúrate de que tu ropa esté limpia, planchada y no sea demasiado corta o reveladora.

2. Planifica tu horario

Es un poco tópico, pero la primera impresión realmente importa. Sobre todo cuando se trata de entrevistas de trabajo.

Si llegas tarde, es mejor que te elimines de la lista de posibles candidatos. En lugar de hacer esto, planifica tu horario con un poco de antelación.

Conoce cómo llegar a tu entrevista, sabe cuánto tiempo se tarda en llegar y ten en cuenta la situación del aparcamiento. Si vas en transporte público, date algo de tiempo extra por si hay retrasos en el transporte o atascos. Además, date algo de tiempo para encontrar un baño donde refrescarte.

No llegues tarde, pero tampoco demasiado pronto. Una buena regla general es llegar quince minutos antes de la entrevista.

3. Lleva copias de tu currículum

No siempre se espera. Y sí, los entrevistadores ya han leído tu currículum. Pero es bueno recordarles tus credenciales con una copia delante a lo largo de la conversación.

Además, en la extraña posibilidad de que te lo pidan o si el entrevistador tuviera problemas con su impresora, te hace parecer preparado para cualquier cosa.

De repente, eres el tipo que se tomó tiempo para imprimir su currículum, mientras que los otros tres aspirantes preguntan si les prestan un bolígrafo. ¿Ves la diferencia?

Lo ideal es que lleves tres copias de tu currículum. Nunca sabes cuántos empleados te van a entrevistar y, por mi experiencia, siempre son más de uno.

Y si tienes preparada una lista de referencias, puedes llevarla también.

4. Crea una primera impresión fuerte

Los primeros minutos de tu entrevista consisten en dar la mano con firmeza, sonreír con confianza y parecer que estás supercontento de estar allí.

Las reglas son bastante sencillas. No huelas a humo de cigarrillo. Apaga el móvil. No mastiques chicle. Simplemente ten una actitud positiva y sonríe.

5. Cómo comportarte durante la entrevista

Siéntate quieto, con buena postura. No cruces los brazos, asiente y haz gestos positivos. Mantén el contacto visual y ten una expresión accesible.

Además, escucha atentamente los nombres de los entrevistadores: sabe pronunciarlos correctamente y dirígete a ellos adecuadamente.

Si te entrevista más de una persona al mismo tiempo, dirígete brevemente a cada una con la mirada. Devuelve tu atención a la persona que te ha hecho la pregunta. También ayuda que pidas tarjetas de visita y las pongas en fila delante de ti por orden de asiento.

Por último, pero no por ello menos importante, termina la entrevista con una nota positiva y hazles saber que estás realmente interesado en la oportunidad.

Después de la entrevista, ¿qué sigue?

Te despides, sales por la puerta y esperas. Es broma. Definitivamente, no es así como debería funcionar. Que tu entrevista haya terminado no significa que tus esfuerzos deban terminar también.

Si no te han informado sobre los siguientes pasos, no dudes en preguntar por ellos. Además, el mismo día de tu entrevista, envía un correo electrónico de agradecimiento al entrevistador.

1. Pregunta sobre los siguientes pasos

Averigua qué acciones se espera que realices a continuación en el proceso: ¿deberías enviar una lista de referencias, harás una prueba, tendrás una ronda de proyectos, o simplemente deberías esperar a que se pongan en contacto contigo?

Asegúratede que conoces los siguientes pasos: sabe cuándo y de quién debes esperar tener noticias. Pide también las tarjetas de visita o la información de contacto de tus entrevistadores, si aún no la tienes.

Si prometen información, envíala rápidamente después de la entrevista. Toma notas enseguida para no olvidar detalles críticos.

2. Envía un correo electrónico de agradecimiento

Recuerda enviar siempre un correo electrónico de agradecimiento al entrevistador el mismo día de la entrevista.

Mostrar aprecio por el tiempo del empleador es muy útil. También es una buena medida para recordártelo a ti mismo. Por último, pero no por ello menos importante, te verán como el maestro de la etiqueta postentrevista.

¿Qué escribir ahí?

Agradéceles su tiempo e incluye una frase sincera y concreta sobre por qué te entusiasma la oportunidad.
Añade siempre algo de personalización a tu correo electrónico: menciona un tema concreto que hayáis tratado y por qué te ha gustado hablarlo con ellos.

Si no estás seguro de cómo enmarcarlo, aquí tienes nuestra útil plantilla.

No cometas estos errores

A menos que seas perfecto, es probable que hayas cometido al menos uno de ellos alguna vez. Y quizá sigas cometiendo alguno. Pero no te preocupes, te diremos cómo evitarlos.

Uno de los errores más comunes en las entrevistas es la falta de investigación y preparación.

Otros errores más comunes que cometen los candidatos en las entrevistas de trabajo, según los jefes de contratación, son:

1. Presumir

En lugar de decir cosas que crees que el entrevistador quiere oír, responde con sinceridad. Por supuesto, debes presentarte de la mejor manera posible, pero no te pases y acabes alardeando.

2. No hacer preguntas

Hacer algunas preguntas propias en una entrevista te hace parecer comprometido e interesado. Antes de la entrevista, anota tres o cuatro preguntas para hacer. Así, aunque una o dos de ellas se aborden en el transcurso de la entrevista, seguirás teniendo algo que preguntar.

3. No actuar de forma comprometida con el entrevistador

Asegúrate de que tu lenguaje corporal no te haga parecer aburrido. Siéntate e inclínate hacia delante para expresar visiblemente tu interés. También es importante mantener el contacto visual. Un truco que te ayudará a hacerlo de forma no desagradable es imaginar un triángulo formado por los ojos y la nariz del entrevistador y recorrer estos tres puntos. Esto evitará que mires fijamente a un punto durante demasiado tiempo.

4. 5. Inventarte respuestas y 6. Mentir sobre los logros

Estos dos puntos están relacionados y pueden tratarse de la misma manera: sé sincero. Si eres un candidato sólido que está realmente interesado en la oportunidad, no deberías necesitar mentir.

5. No vestir adecuadamente

Esto ya no es tan sencillo como llevar traje, y debería formar parte de tu investigación previa a la entrevista. Infórmate sobre la empresa y su cultura para obtener pistas sobre un atuendo apropiado.

6. Divagar

Para evitarlo, haz una breve pausa antes de empezar a hablar. Una pausa de tres a cinco segundos te dará tiempo suficiente para poner en orden tus pensamientos, lo que te permitirá expresarte de forma clara y concisa. Las divagaciones suelen deberse al nerviosismo, por lo que también deberías consultar estos consejos sobre cómo manejar los nervios de la entrevista.

7. No puede explicar lo que aportará al puesto

Esto es otra cosa que puedes evitar con una preparación adecuada. Asegúrate de echar un vistazo largo y detallado a la descripción del puesto para entender realmente lo que busca el empleador. Después, piensa exactamente qué puedes ofrecer para satisfacerlo.

8. Quejarse del empleador

Es tentador descargar tus frustraciones sobre un mal jefe o el ambiente de trabajo, pero no te hará ningún favor. En lugar de eso, céntrate en lo positivo de lo que has aprendido y en cómo has superado los problemas.

¿Has aprendido técnicas para conseguir un nuevo trabajo? ¡Fantástico! Echa un vistazo a nuestra colección de ejemplos de currículos profesionales para inspirarte y guiarte en la elaboración de tu propio currículo cautivador.