Si alguna vez has sospechado que nadie es realmente productivo durante ocho horas completas, no estás muy lejos de la realidad. Desde descansos furtivos hasta siestas en el trabajo, nuestra jornada laboral se parece mucho más a un mosaico de sprints, desplazamientos y reinicios estratégicos.
Para profundizar en el tema, Kickresume encuestó a 1897 empleados de todo el mundo para ver cómo la gente realmente holgazanea en el trabajo. Prestamos especial atención a las diferencias generacionales para averiguar si los empleados de más edad son realmente mejores a la hora de mantenerse concentrados en el trabajo.
Y al igual que en nuestro artículo Ghost Vacations, en el que un tercio de los trabajadores admitieron haberse tomado tiempo libre sin decírselo a su jefe, nuestros datos muestran que seguimos jugando al juego de parecer ocupados mientras protegemos nuestra cordura.
Estos son algunos de los aspectos más destacados de nuestra encuesta:
- Solo el 18 % afirma ser realmente productivo durante 7-8 horas al día.
- Casi el 60 % admite que no es totalmente sincero en sus hojas de control horario.
- Más de la mitad ha dormido la siesta durante el horario laboral.
- El 93 % de los empleados admite tomarse descansos no oficiales en el trabajo y, para el 44 %, ir al baño es la escapada preferida.
- La generación Z es la menos propensa a hacer recados en el trabajo, pero la más propensa a navegar por Internet o echar una siesta.
La jornada laboral de 8 horas es un mito: la mayoría de nosotros alcanzamos nuestro máximo rendimiento a las 5.
¿Cuántos de nosotros nos mantenemos realmente concentrados durante una jornada laboral estándar? Nuestra encuesta puso esto a prueba preguntando a las personas cuántas horas son realmente productivas en el trabajo.
¿El resultado? Solo el 18 % afirma ser capaz de concentrarse durante las clásicas 7-8 horas. La mayoría de los trabajadores se queda muy por debajo de esa cifra: el 39 % afirma estar concentrado durante 5-6 horas, y casi un tercio solo consigue estarlo durante 3-4 horas.
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En todos los grupos de edad, el patrón es sorprendentemente consistente: independientemente de la edad, la mayoría de las personas se agrupan en torno a ese rango de productividad de 5-6 horas. Entonces, ¿qué pasa con la Generación Z? ¿Se mantiene realmente el estereotipo de los jóvenes trabajadores distraídos?
- La mayoría de los trabajadores de la Generación Z se describen a sí mismos como razonablemente productivos, y la mayor parte (37 %) afirma ser productiva durante 5-6 horas al día, un patrón muy similar al de los millennials y no muy alejado del de la Generación X.
- Por otro lado, también son menos propensos que las generaciones mayores a afirmar que tienen una productividad muy alta (el 7 % dice más de 8 horas, el 15 % dice 7-8).
- Un grupo relativamente grande de encuestados de la generación Z (33 %) admite tener solo entre 3 y 4 horas productivas al día.
Una de las razones podría ser que la generación Z da mucha importancia a la salud mental y al equilibrio entre la vida laboral y la personal. Por ello, es posible que no sientan tanta presión por exagerar el número de horas que son productivos.
Si bien nuestro estudio anterior mostró que el salario es su máxima prioridad a la hora de tomar decisiones laborales, también reveló que la Generación Z valora más factores como la flexibilidad y el bienestar.
En cuanto a los millennials, su productividad coincide con la media general:
- la mayoría (39 %) trabaja entre 5 y 6 horas al día.
- Aproximadamente uno de cada cinco llega a las 7-8 horas.
- Solo el 10 % afirma trabajar más de las clásicas 8 horas.
Esto tiene sentido: los millennials están consolidados en sus carreras, a menudo en puestos de nivel medio o directivos en los que es importante mantener un rendimiento constante. Además, el equilibrio entre el trabajo y la familia les ayuda a mantener su tiempo productivo dentro del horario estándar.
Mientras tanto, la generación X está subiendo el listón en lo que respecta a mantener la productividad:
- Casi el 14 % afirma que trabaja a pleno rendimiento durante más de ocho horas al día.
- Otro 19 % afirma trabajar entre 7 y 8 horas, lo que es notablemente superior a las generaciones más jóvenes.
- Aun así, la mayor parte de la generación X (44 %) se agrupa en el rango de 5 a 6 horas.
- Solo el 20 % admite tener entre 3 y 4 horas productivas, el porcentaje más bajo de todos los grupos.
Esto tiene sentido, dado que muchos miembros de la generación X ocupan puestos de responsabilidad con más experiencia y rutinas perfeccionadas a lo largo de largas carreras profesionales.
En definitiva, está claro que mantener la concentración durante toda la jornada laboral no es realista para la mayoría de las personas, independientemente de su edad. La productividad real tiene un límite, y ser sincero al respecto es la forma más saludable de avanzar para todos.
Pero admitirlo ante nosotros mismos es una cosa. ¿Qué pasa cuando tenemos que anotar esas horas en una hoja de asistencia oficial? Esa fue nuestra siguiente pregunta.
¿Mientes en tu hoja de horas? Casi el 60 % admite que lo hace
Todos sabemos que puede haber una diferencia entre el trabajo que la gente realmente realiza y lo que indican en sus hojas de asistencia. Entonces, ¿hasta qué punto son sinceros los trabajadores a la hora de informar de sus horas? Nuestra encuesta lo analizó más detenidamente.
Descubrimos que la verdadera transparencia en las hojas de horas trabajadas es menos común de lo que cabría esperar:
- Solo el 41 % de las personas dice ser totalmente honesto con respecto a sus horas.
- La mayoría admite redondear de vez en cuando (44 %) o , a veces, exagerar un poco la verdad (12 %).
- Muy pocos (3 %) exageran regularmente sus horas de trabajo.
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La división generacional es reveladora:
- la generación Z es el grupo más propenso a admitir que redondea (49 %) y exagera la verdad (13 %), y el menos propenso a afirmar que es totalmente honesto (solo el 35 %). Esto podría deberse a que los trabajadores más jóvenes no están tan ligados a las ideas tradicionales sobre el fichaje de entrada y salida, o tal vez simplemente son más sinceros sobre las pequeñas mentiras piadosas que todo el mundo dice.
- La generación X, por el contrario, es la más comprometida con la precisión, ya que el 46 % afirma ser completamente sincera, lo que reflejauna mayor experiencia, rutina y, quizás, un sentido más fuerte de cumplir las normas.
- El 43 % de los millennials afirma ser totalmente honesto y el 42 % admite redondear de vez en cuando. Su enfoque parece combinar un poco de tradición con la realidad de las vidas ajetreadas y los estilos de trabajo cambiantes.
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Al final, para la mayoría, el control del tiempo es más una estimación que una ciencia exacta. Siempre que no se exagere demasiado con las horas, este enfoque flexible parece funcionar en la mayoría de los lugares de trabajo.
Por un lado, nuestros hallazgos ponen de relieve la necesidad de que los empleadores reconsideren cómo miden y valoran la productividad. Si la mayoría de las personas, incluso aquellas que se esfuerzan por ser honestas, ven las hojas de asistencia como estimaciones, tal vez sea hora de centrarse menos en mirar el reloj y más en los resultados significativos.
Casi todo el mundo se toma descansos furtivos en el trabajo: el 44 % se escapa al baño
Los descansos son la norma, no la excepción: solo el 7 % de los trabajadores afirma que nunca se toma ningún descanso no oficial durante la jornada laboral.
Y aunque esto puede no ser una gran sorpresa, en realidad nos interesaba más saber cómo pasan exactamente las personas sus descansos no oficiales.
- Las pausas para tomar café o un aperitivo son simplemente la opción más popular, ya que el 58 % de los trabajadores afirman que toman algo de beber o comer solo para alejarse del trabajo.
- Las pausas para «descansar» en el baño son sorprendentemente comunes. En general, el 44 % utiliza el baño como un escape rápido, y el número aumenta aún más entre las mujeres (53 %) y los estadounidenses (53 %).
- La mayoría de estas escapadas al baño son breves, ya que casi la mitad (46 %) duran entre dos y cinco minutos. Otro 27 % de las escapadas al baño duran entre cinco y diez minutos, y alrededor del 10 % admite tomarse un descanso completo de más de diez minutos.
- El top cinco lo completan charlar con compañeros de trabajo (42 %), navegar o consultar las redes sociales (38 %) y hacer recados rápidos (19 %).
- Aunque parezca extraño, incluso los baños de burbujas (1 %) figuran en la lista, lo que demuestra lo creativos que pueden ser los trabajadores remotos a la hora de recargar energías.
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Pero no puede ser tan sencillo. La forma en que las personas se toman un descanso también varía según la edad y el género:
- Las mujeres son más propensas a utilizar sus descansos para mejorar su vida social o cuidarse: lideran las conversaciones con compañeros de trabajo (47 % frente al 39 % de los hombres), navegar por las redes sociales (47 % frente al 34 % de los hombres) e incluso cuidar de animales (11 % frente al 7 % de los hombres) durante la jornada laboral.
- La generación Z es la más propensa a mirar el móvil: el 41 % se dedica a navegar por las redes sociales con regularidad, más que cualquier otro grupo de edad.
- Los millennials (21 %) y la generación X (23 %) son los que más realizan múltiples tareas, aprovechando los descansos para hacer recados rápidos entre tarea y tarea.
En general, el mensaje es claro: los descansos son tanto una herramienta de supervivencia como una forma sutil de recuperar la sensación de control, pero no todos los descansos son iguales. Para las generaciones mayores, los descansos suelen ser prácticos o sociales. Para los trabajadores más jóvenes, incluso unos minutos con el teléfono son un reinicio.
Y a medida que la línea entre el trabajo y la vida personal se difumina, tal vez sea el momento de considerar estos microdescansos no como una forma de holgazanear, sino como un combustible esencial para la productividad y el bienestar.
¿Has terminado tus tareas? Probablemente estés ordenando tu escritorio o charlando con tus compañeros.
Los descansos no oficiales durante el trabajo son una cosa. Pero cuando has terminado tus tareas y la jornada de ocho horas aún no ha terminado, ¿cómo matas el tiempo en el trabajo?
- A la mayoría de las personas les gusta organizar su espacio de trabajo (41 %) un poco más que charlar con sus compañeros (40 %). Ambas son formas de llenar los momentos libres y mantenerse ocupado durante esos intervalos sin sentirnos culpables.
- Navegar por las redes sociales no se queda atrás (38 %), lo que demuestra hasta qué punto el tiempo de inactividad digital se ha convertido en parte de la jornada laboral actual.
- Otros aprovechan este tiempo para ayudar a sus compañeros de equipo (36 %) o hacer recados personales en línea (28 %), convirtiendo el tiempo de inactividad en trabajo real o en tareas administrativas.
- El 19 % de los trabajadores afirma que rara vez tiene tiempo libre, lo que significa que, para la mayoría, estas pausas y mini descansos son una característica habitual del lugar de trabajo actual.
- En la parte inferior de la lista, solo el 4 % se esconde en el baño para matar el tiempo después de terminar sus tareas. En comparación, el 44 % de los trabajadores utiliza el baño como un descanso «tranquilo» durante la jornada laboral, lo que demuestra que, aunque las escapadas rápidas al baño son habituales, pocos las convierten en un verdadero ritual para matar el tiempo.
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Todas las generaciones comparten opciones similares a la hora de matar el tiempo en el trabajo, pero algunos grupos de edad destacan por tener preferencias notablemente más altas o más bajas. Lo que hemos observado sobre estas diferencias es que cada generación le da su propio giro a esas mismas actividades:
- La generación Z vuelve a recur rir rápidamente a su teléfono: el 44 % se dedica a navegar por las redes sociales para llenar el vacío. También lo combinan con ir a por algo de picar, breves pausas para leer o incluso un poco más de tiempo en el baño, admitiendo abiertamente toda una serie de mini rituales.
- En el caso de los millennials, más de un tercio se lanza a ayudar a sus compañeros, considerando el tiempo libre como una oportunidad para echar una mano (o tal vez simplemente para mantenerse visible). Ponerse al día con las charlas y los recados personales también son formas populares de mantenerse ocupado.
- Los de la generación X son los más propensos a afirmar que «rara vez tienen tiempo libre». Cuando lo tienen, son menos propensos a admitir que se dedican a navegar por las redes sociales o a desconectar, y más propensos a seguir con el hábito tradicional de simplemente mantenerse ocupados.
Dormir la siesta en el trabajo no es raro: más de la mitad admite haberlo hecho al menos una vez.
Dormir la siesta en el trabajo no es tan raro como algunos podrían pensar: nuestra encuesta reveló que más de la mitad de los empleados admite haber dormido durante las horas de trabajo al menos una vez, y casi uno de cada tres dice haberlo hecho ocasionalmente o incluso con regularidad.
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La generación Z, en particular, lidera la tendencia de las siestas en el trabajo. Tienen la tasa más alta de siestas habituales (10 %) y son los menos propensos a decir que nunca duermen en el trabajo (solo el 39 %).
Por el contrario, el 54 % de la generación X afirma que nunca ha dormido en el trabajo, y solo el 5 % lo hace habitualmente, lo que pone de manifiesto una clara brecha generacional.
¿Una posible explicación? Nuestra encuesta muestra una vez más que los trabajadores más jóvenes tienden a ser más abiertos en cuanto al cuidado personal y están definitivamente menos apegados a las viejas normas de aguantar el cansancio. Muchos también se benefician de entornos de trabajo más flexibles o remotos, lo que facilita echar una siesta rápida.
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La conclusión es que trabajar todo el día sin descanso ya no es la norma. Cada vez más, los trabajadores ven la siesta rápida no como una forma de holgazanear, sino como una forma inteligente de recargar energías y mantener la productividad, un cambio sutil pero importante hacia un lugar de trabajo más tolerante y saludable.
¿Cómo parecer ocupado en el trabajo? Escribir al azar encabeza la lista
Más allá de los descansos y los tiempos muertos, nuestra encuesta también exploró las formas sutiles que utilizan las personas para parecer ocupadas, incluso cuando en realidad no están trabajando.
¿Por qué os molestáis en fingir? Para algunos, se trata de evitar preguntas incómodas, mantenerse en el lado bueno del jefe o, simplemente, guardar las apariencias.
- Más de la mitad de los encuestados afirman que siempre están trabajando de verdad.
- El 47 % admite utilizar tácticas para parecer ocupado cuando el trabajo decae.
- La táctica más popular es escribir al azar (12 %), seguida de clásicos como enviar correos electrónicos que parecen ocupados (8 %) o utilizar un mouse mover (8 %), una herramienta que evita que el ordenador entre en modo inactivo.
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Si nos fijamos más detenidamente en las generaciones, la generación X es el grupo más propenso a insistir en que siempre está trabajando (63 %), mientras que la generación Z es el menos propenso (solo el 44 %).
Esta diferencia podría deberse a valores tradicionales o simplemente a la renuencia de los trabajadores de más edad a admitir que holgazanean. La generación Z, por otro lado, está más dispuesta a confesarlo, y tal vez incluso se sienta más cómoda tomándoselo con calma cuando se presenta la oportunidad.
Pero la Generación Z no solo admite que tiene momentos de inactividad, sino que también es el grupo más propenso a utilizar tácticas creativas para parecer ocupado.
Casi uno de cada cinco dice que escribe al azar solo para parecer ocupado, y un 10 % utiliza un mouse mover. Esto es especialmente común entre los trabajadores jóvenes o remotos, que a menudo se sienten más vigilados y tienen los conocimientos tecnológicos necesarios para utilizar cuando el trabajo se ralentiza.
Al final, para los trabajadores más jóvenes, puede que no se trate tanto de esconderse como de averiguar cómo lidiar con el hecho de estar constantemente visibles en los lugares de trabajo digitales. Para las generaciones mayores, el impulso de «parecer ocupados» en todo momento puede tener más que ver con la tradición y la reputación.
En cualquier caso, estos hábitos sugieren que la presión por parecer productivo, incluso cuando el trabajo se ralentiza, sigue vigente. Es un recordatorio de que la forma en que mostramos nuestro ajetreo puede ser tan importante como el trabajo en sí.
La generación Z es la menos propensa a hacer recados durante el horario laboral
Todo el mundo tiene recados personales que hacer, pero ¿cuándo los hacemos realmente? Nuestra encuesta muestra que la mayoría de los trabajadores se esfuerzan por marcar los límites: el 35 % hace los recados estrictamente fuera del horario laboral y otro 34 % espera a la hora del almuerzo o a los descansos oficiales.
Aun así, aproximadamente una de cada cinco personas admite que, en ocasiones, realiza tareas personales durante la jornada laboral, y el 9 % afirma que hace recados en el trabajo cuando quiere, sin sentirninguna culpa.
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La generación Z es la más propensa a realizar los recados fuera del horario laboral (39 %), mientras que los millennials prefieren utilizar su tiempo de descanso para tareas personales (36 %). La generación X parece sentirse un poco más cómoda mezclando ambas cosas, ya que una cuarta parte admite que realiza recados aquí y allá durante el trabajo.
Y si te preguntas por qué la generación Z es más propensa a realizar sus recados fuera del horario laboral, pero menos tímida a la hora de tomarse descansos no oficiales, la respuesta puede ser sencilla.
Esta generación creció con conversaciones abiertas sobre el agotamiento y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, por lo que tiende a establecer límites más claros. Pero también hay un ángulo más práctico: muchos empleados de la Generación Z aún se encuentran en las primeras etapas de su carrera profesional y es posible que aún no tengan que hacer malabarismos con responsabilidades como los hijos, la propiedad de una vivienda o las citas médicas.
Por lo tanto, al tener menos logística vital que gestionar y poner más énfasis en proteger su tiempo, la Generación Z parece más inclinada a mantener sus tareas personales realmente personales.
Reflexiones finales
Nuestros hallazgos desmontan el mito de la productividad de ocho horas: nadie está realmente concentrado en el trabajo todo el día, y los descansos, incluso los no oficiales, son simplemente la forma en que la mayoría de nosotros lo conseguimos. En lugar de luchar contra esta realidad, es hora de reconocer que los breves descansos y los ocasionales «descansos» no son pecados en el lugar de trabajo, sino que son esenciales para mantenerse concentrado y saludable.
Y si nos fijamos en las diferencias generacionales, no son tan dramáticas como sugieren los estereotipos. La generación Z es un poco más sincera sobre su tiempo de descanso y sus límites, mientras que la generación X tiende más a afirmar que siempre está trabajando, pero la verdad es que todo el mundo encuentra formas de recargar energías y mantener la cordura.
Si tantos falsifican sus hojas de asistencia o inventan tareas sin importancia, no se trata tanto de pereza como de adaptar las viejas expectativas a las nuevas formas de trabajar.
¿Cuál es la conclusión? Tanto los empleadores como los empleados pueden ser sinceros sobre lo que es la productividad real. Los descansos flexibles, los objetivos basados en resultados y las conversaciones honestas sobre el tiempo de inactividad ayudan a todos a trabajar mejor. Quizás sea hora de dejar de fingir y dar espacio a la forma en que las personas realmente trabajan mejor.
Demografía
Género
- Hombres: 69 %
- Mujer: 30 %
- No binario u otro: 1 %
Edad
- Menores de 18 años: 2 %
- Entre 18 y 28 años: 33 %
- 29-43: 42 %
- 45-60: 21 %
- 61-79: 2 %
- 79 o más: <1 %
Trabajo
- En la oficina: 40 %
- Híbrido: 32 %
- A distancia: 28 %
Ubicación
- África: 12 %
- Asia: 32 %
- Australia/Oceanía: 2 %
- Europa: 21 %
- América Latina: 8 %
- América del Norte: 25 % (87 % con sede en EE. UU.)
Nota
Esta encuesta anónima en línea realizada por Kickresume en julio de 2025 recopiló opiniones de 1897 participantes de todo el mundo. Se contactó con todos los participantes a través de la base de datos interna de Kickresume.
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